En esta segunda temporada, los hermanos Petersen redoblan la apuesta y enfrentan nuevos desafíos. Esta vez cocinan para 120 personas en el Puente de la Mujer, en Puerto Madero; rinden homenaje a Tandil y su gente en la Estancia Ave María; recorren el barrio de su infancia, San Isidro; plantan su mesa en el Monumento a la Bandera de Rosario y se codean con los mejores polistas en Cañuelas. Además, por primera vez “cruzan el charco” y agasajan a la ciudad de Colonia, Uruguay, con un banquete inolvidable en pleno casco histórico.